DERROTADA POR UN OBJETO 4/05/13

Ya he perdido la cuenta del miedo irracional a algo tan sencillo y tan simple como es esto.

Irracional pues ni de niña se utilizó conmigo, mi infancia fue muy feliz, una infancia en la que no había lugar para los castigos físicos, salvo los zapatillazos de mi madre.

 

Estoy enojada conmigo, es un enfado monumental.

Pasa el tiempo y siempre sigo intentando lo mismo sin apenas lograrlo.

Cual no será mi miedo que en una ocasión en que estaba con los ojos vendados, el simple sonar de la hebilla hizo que todo mi cuerpo se tensara, mi respiración se acelerase y se tuviera que finalizar la sesión. Lo más "cómico" es que la hebilla sonó por accidente al levantar mi DUEÑO el pantalón para tomar otro juguete y así estar siempre fuera de mi vista.

 

Ayer ocurrió de nuevo, el miedo era irracional.

Sabe de ese miedo y por tanto actúa con cuidado.

Por mi cabeza pasaba esto " no puede ser, ha de estar utilizando una paleta, apenas me hace daño. Fijo que mezcló sonido y pala, es imposible" . Mientras pensaba esto e intentaba calmarme, mi respiración iba en aumento, cada vez deseaba hacerme más pequeña y juro que de haber podido me hubiera metido bajo el sofá.

 

Llegó un momento en que me senté sobre mis talones, mi espalda buscó las piernas de mi DUEÑO buscando refugio, y sin decir nada realicé con las manos el gesto que se utiliza en deporte para pedir tiempo.

 

Él me abrazó y poco a poco fue calmándome, hasta lograr separar mis manos y hacer que me relajase algo. Me dejó más tranquila en el salón, recostada sobre mis piernas boca abajo mientras se fue a por otro juguete . Cuando llegó y continuo jugando con él sobre mi espalda apenas podía aguantar,  y no era por el juguete, no, era por seguir en tensión, por estar con ese puto miedo de mierda que siempre me tiene que ganar la partida y al que le tengo un odio inmenso.

 

A día de hoy sigo teniendo un reto, quiero ganarlo y no que me pueda siempre.

Algún día llegará en que podré decir "TE HE VENCIDO HIJO DE PUTA, NO ME VENCERÁS NUNCA MÁS. SOY YO LA QUE MANDA NO TÚ ASQUEROSO CINTURON DE MIERDA"

 

Una tarde en la que había llegado a casa de mi DUEÑO más contenta que una niña con zapatos nuevos, una tarde en la que estaba alegre, sonriente, trasto, encantada de estar al lado de mi AMO, feliz de que al fin nos cuadrase un fin de semana y estar juntos, con una alegría desbordante.

 

Una tarde que en lugar de recordarle feliz, la recuerdo como una derrota no ante mi DUEÑO, no, sino ante un puto cinturón de mierda.

 

De Él no tengo miedo alguno, no puedo tenerlo pues es su mano la que acaricia, la que mima, la que guía.

Él siempre cuida.